jueves, 8 de mayo de 2008

Un par de tangos

Igual que en la vidriera irrespetuosa
de los cambalaches
se ha mezclao la vida,
y herida por un sable sin remaches
ves llorar la Biblia
contra un calefón...
(Cambalache)
Verás que todo el mentira,
verás que nada es amor,
que al mundo nada le importa...
¡Yira!... ¡Yira!...
Aunque te quiebre la vida,
aunque te muerda un dolor,
no esperes nunca una ayuda,
ni una mano, ni un favor.
(Yira, yira)

Cambalache y Yira, yira. Dos de los mejores tangos, de Enrique Santos Discépolo, interpretados por el incomparable Carlos Gardel.

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